lunes, 20 de julio de 2009

LA RACION:
La ración, hoy llamada pomposamente subsidio de tratamiento, no era pagada a los hansenianos regularmente o en fecha fija. No funcionaba oficina pagadora. El dinero escaseaba en las arcas oficiales pues se gastaba a manos llenas en procura de armas con destino al exterminio entre hermanos.
la ración, cuando la había, se traía en petacas de cuero peludo desde el socorro, a costillas del viejo y corajudo sacristán de la parroquia por el camino de chima, única vía comunícate al norte del departamento. llegaba la ración ,la campana mayor de la casa de la casa de dios era la encargada de dar el esperado aviso. El tañido metálico y zumbón hendía el cielo azul grisáceo llamando al son de: Dan! Dan! Dan!.
Contaron oralmente los cronistas contemporáneos a aquellas calamitosas etapas de la vida, no ser singulares ni escasas las ocasiones de ver a enfermos el día de pago, minados de hambre, ingerir alimentos nutritivos vorazmente y morir en pleno ventorillo con el bocado en los labios. Como seria la extrema debilidad física y lo triste de su miserable existencia...!
Al finalizar la primera década del siglo comenzaron a llegar gentes de pro al lazareto, quienes con sus bártulos trajeron también el incipiente desarrollo y el esbozo de una visa más civilizada.

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