lunes, 20 de julio de 2009

ORIGEN DEL NOMBRE:
Nombre originado debido a la existencia en la zona de una contrata(contrato) o compra de quina, muy abundante en la región, uno de los principales productos de exportación en el siglo pasado. La materia prima referida era empleada como fármaco para combatir el paludismo. Los comerciantes de la cáscara la negociaban directamente a sus extractores en este sitio. De ahí el vocablo o palabra, entre contratistas, de CONTRATA, nombre por muchos aun pronunciado debido a la costumbre o tradición.
Posteriormente le agregaron la otra silaba y el nombre primitivo se trocó en el actual.
Tenemos entonces el verdadero origen del nombre, nacido de la jerga traficante de la quina. No –como otros afirman-derivado de la explotación madereras aseveración ilógica y errónea, pues las maderas, en aquellos tiempos, no era preciso adquirirlas en regiones lejanas, porque las milenarias montañas rodeaban todos los lugares. La codiciada quina únicamente se hallaba en parajes espaciales como lo nuestro, donde aun podemos conseguirla.
Además, cuales caminos transitables había para transportar maderas aserradas o rollizas...?
En cambio, la cáscara se lleva a costilla, a través de senderos no aptos para viajar con bestias, como habrían tenido necesidad de hacerlo si de madera se trataba...!
ENFERMEDAD PROPIA DE CONTRATACION:
Más que la lepra-catalogada el séptimo pecado de los lugareños: es la ingratitud. Manifiesta en ejemplos comunes, claros a plena vista en melancólicas y frías placas y estatuas dedicadas, si; pero a unos desconocidos. Nombres de parques, avenidas, calles y establecimientos al pos honores mortus de duletos que ni fu ni fa han tenido con nuestro terruño.
Tal para cual el parque Eduardo santos o parque lleras; construido por el doctor Milciadez Mollogòn Fernández en el año de 1939, director del hospital de la época. Quien bautizo al aludido lugar como Eduardo santos en honor del presidente de entonces, pero que por administración del mismo galeno al bacteriólogo Federico lleras Acosta, de su propio bolsillo costeo la erección de piraña y busto-el de lleras-en el lugar que permanece. A caballo regalado no se le mira el colmillo, pero los tiempos cambian.
Pero no basta no haber sido presidente de la republica, ni con haber descubierto la “Reacción Lleras”, vacuna aplicada para comprobar la existencia de defensas contra el mal de hansen, para usurpar el pedestal que deberían ostentar hombres insignes de nuestras breñas. Pero nadie es profeta en su propia tierra o en la que trabaja como un negro.
Por ello nombres como los de migue serrano, Eliécer Téllez, Gerardo Goldmann y el propio Milciadez Mogollón (reestructuró el sanatorio, dicto enfermería a la población, construyo el parque Eduardo santos y actual cancha municipal y director de revista contratación), salesianas, salesianos, hijas de los sagrados corazones, médicos y muchos otros nombres se han perdido en el olvido y sutil desagradecimiento.
Honor y gloria a Eduardo santos, Jhon f Kennedy, pablo VI, mariano Ospina Pérez, que sin haber puesto pelos en el asunto, no los tenemos que aguantar.
Se la rebajamos a lleras por ser le prólogo-.muchos respetos a quienes le colocaron dicho nombres a los lugares y las razones que tuvieron.
Excepciones, son la memoria beneplácito del padre pablo guía en ala concentración urbana del mismo nombre, a la casa Luis variara, a desaparecido asilo San Evasio a la memoria del padre Evasio Raviaglati, a la venida Soleri (iglesia al cementerio: primera calle empedrada en contratación en 1945), en memoria del padre Juan bautista Soleri, fundador del Guacamayo y colonizador del opón loa y honor a quienes se lo merezcan

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